LEER POR PLACER: UN HÁBITO EN DECLIVE EN ESTADOS UNIDOS

Miami.- Durante dos décadas, el acto de leer por gusto ha perdido terreno en Estados Unidos. Un estudio reciente publicado en la revista iScience revela que entre 2003 y 2023, el porcentaje de estadounidenses que leen por placer en un día típico cayó del 28% al 16%, lo que representa una disminución del 40 por ciento.
La investigación, realizada por el University College de Londres y la Universidad de Florida, sorprendió por la magnitud del descenso, especialmente porque la definición de lectura era amplia: incluía libros, revistas, periódicos, formatos impresos, digitales y audiolibros.
Los autores señalan que este declive sostenido —alrededor de un 3% anual— podría estar vinculado al aumento del uso de redes sociales, la presión económica y el cambio en los hábitos de ocio.
Aunque no se identificó una causa única, el estudio advierte que esta tendencia podría tener implicaciones en el aprendizaje, la empatía y el bienestar emocional de la población.
La lectura por placer, históricamente considerada una actividad individual de alto impacto cultural, enfrenta ahora desafíos estructurales y tecnológicos. El informe también destaca disparidades demográficas: el descenso fue más pronunciado entre personas negras, de bajos ingresos y residentes en zonas rurales.
En contraste, quienes aún leen dedican más tiempo a esta actividad, lo que sugiere una polarización entre lectores frecuentes y quienes han abandonado el hábito por completo.
Sin embargo, en una era dominada por pantallas, algoritmos y consumo instantáneo, el acto de leer sigue siendo un refugio íntimo y poderoso.
Aunque las estadísticas muestran fluctuaciones en los índices de lectura, el hábito persiste como una forma de resistencia cultural, introspección y conexión humana.
Según un reportaje reciente de The New York Times en Español, leer no solo es una práctica individual, sino también un ritual colectivo que se transforma con cada generación
Expertos citados en el artículo destacan que el placer de leer no siempre se traduce en cantidad de libros terminados. “Leer es también hojear, subrayar, abandonar un libro y retomarlo años después”, señala una bibliotecaria entrevistada. Esta visión amplia del acto lector permite entenderlo como una experiencia emocional, no solo intelectual.
En América Latina, donde la lectura enfrenta desafíos estructurales como el acceso desigual a libros y espacios culturales, iniciativas independientes y redes sociales han revitalizado el interés por la literatura. Autores emergentes, ferias locales y proyectos editoriales alternativos están generando nuevas audiencias y narrativas.