ES MÚSICA Y TEATRO MEDIO PARA RENACER EN FESTIVAL DEL QUINTO SOL

El Festival del Quinto Sol continúa con actividades presenciales, con todas las medidas de sanidad, así como virtuales, a través de redes sociales, donde ofrecen al público un respiro en estos tiempos de impacto social por la contingencia.

En las transmisiones, los cibernautas disfrutaron de música de banda folclórica y ancestral, así como de obras teatrales infantiles que permiten a las nuevas generaciones conocer la esencia de la cultura prehispánica que es la base de la identidad que ahora nos caracteriza como mexiquenses.

Bajo estrictas medidas de seguridad e higiene y con sana distancia, desde el Teatro Municipal de Tenango del Valle, inició la Banda Mixe de Oaxaca con su programa Fandango Mixe.

Fundada en 1980, esta agrupación interpretó piezas como Canción mixteca, Marcha Zacatepec mixes, La Sandunga, El jarabe ejuteco, sones y jarabes mixes, que es la música tradicional del Festival Guelaguetza, también sones zapotecos, además de los boleros Respeta mi dolor, Naila y Dios nunca muere.

Por la tarde noche, tocó el turno a Alyosha Barreiro, músico, productor y artista sonoro mexicano, quien fusiona creativamente la música prehispánica mexicana con sonidos electrónicos contemporáneos.

En esta ocasión, realizó una improvisación libre entre dos mundos, el milenario y el contemporáneo, con la ejecución de réplicas de instrumentos tradicionales como los tambores sagrados huéhuetls y teponaztles y algunas ollas, además de la tecnología.

Por su parte, el grupo Yodoquinsi ofreció un concierto didáctico titulado, “Conociendo los instrumentos del México antiguo”, donde hablaron de las historias de estos instrumentos que fueron usados por nuestros antepasados y que ahora forman parte de nuestra herencia cultural.

Una serie de tonalidades de diversos instrumentos prehispánicos llevaron al público a vivir un viaje musical por el México antiguo, con una variación de elementos que fueron usados en la época prehispánica como las piedras sonoras, los tambores de agua, las sonajas, cascabeles, silbatos, el teponaztli, los aerófonos, conchas de tortuga, caracoles marinos y, por supuesto, la voz.

Para el público infantil se presentó la obra de teatro “Mayahuel”, de la Compañía El reflejo teatro, una leyenda que narra la historia de una joven hermosa, nieta de Tzintzimitl, acompañada de títeres y con personajes muy coloridos.

Contaron la leyenda de amor que vivió Quetzalcóatl y Mayahuel y es que los dioses, al ver tristes a los hombres, comenzaron a discutir sobre qué les podían regalar por vivir en la tierra y fue el Dios Quetzalcóatl quien pensó en otorgar un licor para entregar al hombre y le vino a la memoria la Diosa virgen llamada Mayahuel.

Él optó por viajar en la noche mientras todos dormían para buscar a la Diosa que vivía en un lugar lejano y casi prisionera de su abuela Tzintzimitl. La joven decidió escapar con él, durante su huida ambos se enamoraron y se prometieron amor eterno una vez que lograran su propósito: otorgarle a la humanidad una planta mágica.

Otra puesta en escena que cautivó a chicos y grandes fue la que presentó la compañía escénica Bezbeco llamada “La herencia de los nahuales”, quienes con sus máscaras y mágicos atuendos contaron una serie de leyendas por diferentes escenarios mitológicos.

Con estos eventos cerró el tercer día del festival, por lo que para quienes no pudieron verlos, están disponibles a través de las redes sociales, Facebook y Twitter, en @CulturaEdomex.