Se impuso la política sobre la confrontación, reiteramos disposición a la amistad con EEUU, afirma López Obrador
Tres mil 180 kilómetros de frontera, 36 millones de connacionales que aportan su fuerza de trabajo en el vecino país y una larga historia compartida, son algunos lazos que nos unen con Estados Unidos. Somos interdependientes y deseamos el entendimiento, por lo que reafirmamos nuestra disposición al diálogo; cumpliremos nuestros compromisos para resolver de manera estructural y conjunta el fenómeno migratorio sin violar derechos humanos, pero nadie puede atentar contra la economía de nuestro país ni establecer desequilibrios que afecten los intereses de nuestra nación.
Tales fueron las ideas centrales expresadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador al encabezar el Acto de Unidad en Defensa de la Dignidad de México y en favor de la Amistad con el Pueblo de los Estados Unidos donde se congregaron diversos actores políticos para celebrar también el acuerdo alcanzado por ambos países.
“El lunes ya no va a haber aranceles, no va a haber crisis económica o financiera en nuestro país.”
En la emblemática ciudad de Tijuana, “donde comienza nuestra patria”, el mandatario realizó un balance de este nuevo episodio de la relación bilateral con nuestro vecino del norte:
“Afortunadamente, ayer se impuso la política sobre la confrontación. Y debo reconocer que hubo voluntad para buscar una salida negociada al conflicto de parte del presidente Donald Trump y de sus principales colaboradores. Me consta.”
Paisanos envían 33 mil mdd anuales a México; comunidad mexicana en EEUU es de 36 millones
Tras recordar diversos momentos de la historia donde ambas naciones han compartido “episodios de hostilidad, pero también de cooperación y entendimiento”, el mandatario enfatizó que, a partir de la imposición del modelo neoliberal se desencadenó en México una serie de consecuencias altamente perjudiciales para el pueblo, que dieron lugar a la migración de millones de connacionales hacia el norte.
Indicó que, actualmente, la comunidad mexicana en EEUU es de 36 millones de personas, 15 millones de las cuales nacieron en territorio mexicano.
Esto representa “un aporte fundamental a la economía y a la cultura de aquel país”, ya que colaboran con 33 mil millones de dólares anuales a México por concepto de remesas. En términos culturales, significa que “nuestros dos países son protagonistas del mayor intercambio demográfico del mundo”.
Mutuamente somos primer receptor de exportaciones
En la esfera comercial, la interdependencia es clara. El jefe del Ejecutivo federal recordó:
“Así como la nación vecina constituye el principal destino de las exportaciones mexicanas para vender las mercancías que se producen en México, nuestra nación es también el mercado más importante para las exportaciones de Estados Unidos.”
El presidente consideró un acierto el hecho de que, desde el inicio de la presente administración, el gobierno mexicano se acercó a su contraparte estadounidense “para resolver de fondo el problema migratorio”. Además, en todo momento se expresó la intención de llevar una buena relación. Ambos fueron factores de peso “en las intensas negociaciones que se celebraron en Washington”.
Fenómeno migratorio no surge de la nada; resolveremos atacando sus causas profundas
Luego de reiterar la intención de colaborar en todos los ámbitos, el jefe del Ejecutivo federal se dirigió a Estados Unidos para decir:
“Acudimos a su comprensión, porque el fenómeno migratorio no surge de la nada… lo resolveremos atacando sus causas profundas; es decir, mediante el impulso al desarrollo y a la construcción del bienestar y la paz.”
Por ello, la solución no debe limitarse “sólo a cerrar fronteras o a utilizar medidas coercitivas” si tomamos en cuenta que “de los 521 mil migrantes que ingresaron a nuestro país por la frontera sur en el curso de este año con la intención de llegar a Estados Unidos, 159 mil 395 son menores de edad y 43 mil 875 niñas y niños viajaron solos”.
Evitaremos que migrantes lleguen al norte, pero jamás violaremos derechos humanos
La postura en torno al tratamiento que el gobierno mexicano dará a nuestros hermanos que transitan por el país rumbo al norte fue expresada así por el presidente:
“Reafirmamos nuestro compromiso de contribuir a evitar que los migrantes atraviesen el territorio nacional para alcanzar el de Estados Unidos, pero jamás lo haremos violando los derechos humanos de los viajeros, empezando por el principal de los derechos humanos: el derecho a vivir libres de miseria, el derecho a la vida.”
Luego de celebrar el acuerdo alcanzado ayer y de rechazar actos de represalia, el presidente subrayó:
“Sin embargo, como jefe y representante del Estado mexicano no puedo permitir a nadie que se atente contra la economía de nuestro país y menos que se establezca una asimetría injusta, indigna para nuestro gobierno y humillante para nuestra nación.”
Se reforzarán fronteras y aplicará de inmediato plan de desarrollo de Cepal para crear empleos
En cuanto a lo que sigue en el futuro inmediato, el presidente habló de cumplir los compromisos adquiridos:
“… reforzar nuestras fronteras, aplicar la ley y respetar los derechos humanos, promover la aplicación inmediata del programa de desarrollo de la Cepal para impulsar las actividades productivas y crear empleos en Centroamérica y en el sur sureste de México.
“Desde la semana próxima estaremos ofreciendo ayuda humanitaria, oportunidades de empleo, educación, salud y bienestar a quienes esperen en México su solicitud de asilo para ingresar legalmente a los Estados Unidos.”
En ese contexto, señaló que “existen condiciones inmejorables” para afianzar en el Senado mexicano la aprobación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) a fin de continuar los planes de intercambio comercial.
Expresó que, junto con todos los mexicanos, se encuentra “orgulloso del trabajo profesional, político y diplomático de la delegación mexicana que estuvo a cargo de este complejo, difícil asunto, encabezada por el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard.”
Agradeció a los medios de comunicación, así como “la solidaridad de todas las clases sociales, de todos los sectores, de todas las corrientes del pensamiento, de todos los mexicanos que no titubearon en manifestar su apoyo en la defensa de la dignidad de nuestro país”.
Durante el acto público, el presidente estuvo acompañado por el gobernador de Baja California, Francisco Arturo Vega de Lamadrid; el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón; integrantes del gabinete, así como el presidente municipal de Tijuana, Juan Manuel Gastélum Buenrostro.
Participaron como oradores: el gobernador de Querétaro y presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, (Conago), Francisco Domínguez Servién; el presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, y los representantes de las comunidades indígenas, Amalia Tello Torralba; de la comunidad evangélica, Arturo Farela Gutiérrez; y por el sector privado, Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), así como el defensor de los derechos humanos de personas migrantes, José Alejandro Solalinde Guerra.